Múltiples organizaciones ya lo denuncian. Solo en 2020 fueron miles de millones de toneladas de mascarillas en los océanos. Y resta todo lo que queda en tierra. El principal peligro son sus componentes que, si bien ha ayudado a controlar la pandemia, un solo barbijo puede demorar cerca de 500 años en descomponerse. Diversas iniciativas están surgiendo, en Chile y el mundo, para buscar su reutilización