Ulrike Broschek, líder de Escenarios Hídricos 2030, señala que la crisis actual “estaba alertada y diagnosticada hace muchos años”, pero no ha existido voluntad para hacer los cambios que se requieren. Frente a la urgencia y magnitud del problema -dice la especialista- hay que adoptar de forma paralela medidas que tendrán resultados en el corto plazo y medidas estructurales para el mediano y largo plazo, entre las que destacan: establecer organismos de cuenca, crear un equipo interministerial con dedicación exclusiva, y materializar la priorización del derecho humano establecida en la reforma al Código de Aguas.
Por estos días el tema de la crisis hídrica se ha tomado los titulares de los medios de prensa nacionales, en parte por la contingencia de un posible racionamiento de agua en el sector oriente de Santiago -advertido por el Presidente Gabriel Boric a pocos días de asumir-, pero también porque hoy, 22 de marzo, se conmemora a nivel internacional el Día Mundial del Agua. El objetivo de la conmemoración -establecida por Naciones Unidas hace 30 años- es recordar la relevancia de este recurso porque, aunque “todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, 2.200 millones de personas viven sin acceso a agua potable”, según señala la ONU.